viernes, 1 de marzo de 2030

Autobiografía:

Voy a comenzar sincerándome con vosotros, la verdad es que de la época de mi infancia apenas tengo algún vago recuerdo que pueda contaros.
Podría  empezar diciendo que todo comenzó en una Escuela Infantil llamada Roger de Flor. Lo que más destacaba de ella era el hall de entrada, donde a menudo jugábamos con las pelotas, construcciones y columpios, también me acuerdo que teníamos unas aulas muy amplias donde realizábamos algunas actividades como dibujar, aprender canciones, ver películas de Walt Disney,... que era el sitio donde pasábamos el mayor tiempo de la mañana y que nos servía para aprender nuevas cosas.

La entrada al grado de primaria para mí fue un cambio brutal, sobre todo en el primer ciclo de primaria me costó mucho adaptarme a las clases porque al venir de una Escuela Infantil en la que las clases eran de seis o siete alumnos, en la que la atención de los profesores era casi individual, y pasar de repente a una case en la que estábamos unos veinticinco alumnos, hizo que me costara relacionarme con los compañeros.
Mis padres decidieron apuntarme a este colegio, llamado Vedruna, que era concertado religioso y estaban bastante contentos porque a mi hermana mayor le iba bastante bien.
Por aquel entonces yo tuve una profesora que se llamaba Marta que nunca olvidare porque me ayudo muchísimo a adaptarme a la clase ya que se dio cuenta de que era un niño tímido.
En estos primeros cursos de primaria me enseñaros a leer, escribir y a sumar y restar principalmente. También me costó mucho la adaptación al nuevo horario que tenía este colegio ya que era partido y entrábamos desde las nueve de la mañana y no salíamos hasta las cinco de la tarde, por este motivo siempre que mis padres me dejaban por la mañana al colegio comenzaba a llorar, ir al colegio era como un castigo más que un sitio para aprender y divertirse con los compañeros.

En el segundo ciclo de primaria las cosas empezaron a cambiar, comencé a relacionarme y hacer amigos ya que empecé a apartar esa timidez que tuve años atrás.
También fue una época en la que gracias a los profesores perfeccionamos los conocimientos que comenzamos a aprender en el primer ciclo de Lengua y Matemáticas. Además empezamos nuevas asignaturas muy interesantes como Conocimiento del Medio, Música, Plástica,... recuerdo que todas ellas me empezaron a gustar mucho mas que las instrumentales (Lengua y Matemáticas) pero que sobre todo la más apasionante para mí fue Conocimiento del Medio, me di cuenta de que estaba descubriendo un mundo nuevo e interesante, me gustaban mucho los temas relacionado con los animales y los paisajes.

El tercer ciclo fue la etapa más complicada dentro del grado de primaria sobre todo en el curso de sexto de primaria porque me diagnosticaron  que tenía disfasia. Por aquel entonces yo ni me interesaba, ni sabía lo que era, pero esto marco una etapa un poco dura para mí porque empecé a notar problemas especialmente en lengua y en inglés que además era una asignatura prácticamente nueva.

Recuerdo el final de esta etapa fue un poco complicada porque ya empecé a notar grabes problemas en la ortografía y en la comprensión del lenguaje, debido a los síntomas de la disfasia.
El comienzo del grado de la ESO significó un cambio muy grande en el ámbito académico, yo pensaba que me iba a costar muy poco el cambio de etapa pero pasó todo lo contrario.
A pesar de haber estado durante mucho tiempo tratando la dislexia con varios especialistas, al finalizar primero de la ESO el "palo" que me llevaría sería enorme al enterarme que tenía que repetir. Todo esto me marcó mucho durante un tiempo porque pensaba que iba a perder a mis amigos y que nadie querría juntarse con un repetidor. Pero resulto ser todo lo contrario, no solo mantuve los a mis amigos sino que hice nuevos al repetir, además gracias a este hecho mejoré en el ámbito académico y acabé primero de la ESO con notas excelentes y sobre todo me ayudo a estar más seguro de mi mismo.

En segundo empezó a cambiar todo, apenas tuve dificultades para sacarlo adelante incluso me atrevo a decir que el haber repetido el curso anterior me ayudo a pasar la ESO sin dificultad alguna. Recuerdo que descubrí una asignatura nueva que me encantaba que fue Música, que aunque ya la había cursado en primaria me empezó a gustar cuando comenzamos a utilizar instrumentos musicales.

Todo volvió a cambiar en tercero y cuarto de la ESO, el paso de un ciclo a otro fue más complicado para mí, porque aparecieron asignaturas mucho más complicadas y que requerían más estudio y dedicación como eran Física, Tecnología y Biología en tercero. En cuarto me resultaron muy complicadas Historia, a pesar que me parecía una asignatura muy interesante, Inglés y Lengua que habían sido siempre más costosas de llevar por el problema que tenía de dislexia.
Durante todo este tiempo seguía estando con tratamientos para el problema de dislexia, y gracias a seguir en él puede acabar el graduado en ESO ya fue una gran ayuda sobre todo con la ortografía.

El inicio en la etapa de Bachiller fue mucho más complicado de lo que pensaba y quizás sean las decisiones mejor tomadas que haya hecho en mi vida.
Mi primer año de Bachiller fue el mayor " palo " en mi etapa académica. Yo seguía realizando mis estudios en el colegio Vedruna, en el que hasta ahora no me había ido nada mal, pero las cosas empezaron a cambiar. El nivel de exigencia del centro empezó a ser mucho más elevado que en la ESO y tal vez la presión de mi tutora, que me tenía un gran aprecio y me conocía de la etapa anterior, y la que me legaba por parte de mis padres, añadido a mis problemas de dislexia, que auque acabe el tratamiento a mediados del segundo trimestre, me llevaron a hacer un primer y segundo trimestre fatídico en los que me quedaron cuatro asignaturas.
Durante todo este caos en el que me encontraba, mi hermana me habló del curso de monitores que iba a realizar, yo me quedé un poco sorprendido porque parecía interesante y decidí acompañarla y hacer el curso en intensivo durante las navidades a pesar de saber la que se me venía encima con todo lo que estaba pasando.
Cuando todo parecía dado por perdido dado los malos resultados obtenidos y a punto de abandonar el Bachiller por el agobio que me producía, una compañera de trabajo de mi madre nos informó del Bachillerato de adultos. Yo después de reflexionar junto con mi madre decidí cambiarme de instituto en el último trimestre de curso y probar a ver que tal me iba. Como ya he dicho anteriormente es la mejor decisión que he tomado en mi vida.
El cambio al Instituto Emilio Castelar dio un gran giro a mi vida, ya que en un solo trimestre conseguí aprobar todas las asignaturas del primer curso recuperando los suspensos del primer y segundo trimestre. Además pude acabar las prácticas del curso de monitores en una empresa de discapacitados que me hizo madurar y cambiar mi forma de ser. Es una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida, en un principio me daba miedo realizar las prácticas con niños discapacitados porque yo no tenía ninguna experiencia ni sabía como actuar con ellos, pero me gustó tanto que me costó dejar las prácticas porque cogí cariño a muchos e incluso me dio pena dejarlo.
En segundo las cosas siguieron igual de bien que en primero, a base de esfuerzo y trabajo saque el curso a delante.
Ese mismo verano dado el éxito que tubo la experiencia que tuve con las prácticas del curso de monitores, me apetecía participar ya como monitor en algún campamento, y decidí trabajar como monitor en uno que era urbana en un colegio cerca de Puerta Toledo aquí en Madrid. Todos estos pequeños detalles son los que me han ido encaminando a decantarme por el magisterio.
En tercero de Bachiller nada cambió respecto a los dos cursos anteriores, lo único que si que noté fue una mayor presión por parte de los profesores según nos acercábamos a selectividad. Yo pensé que no iba a ir a selectividad en junio porque me había puesto muy nervioso en los exámenes finales del tercer trimestre, pero me lleve una grata sorpresa cuando vi las notas finales y conseguí el titulo de Bachillerato.

Solo quedaba la última batalla, selectividad, para conseguir mi objetivo. La verdad es que no a pasado ni un año y la recuerdo como si hubiese pasado toda una vida, pero lo único que puedo decir es que las semanas de antes de los exámenes las pase muy relajado a pesar de ir todos los días a la biblioteca pública a estudiar y que algunos días tuviera que esperar cola para entrar. Cuando empezaron los exámenes me entraron un ataque de nervios impresionante. Recuerdo que unos veinte minutos antes del examen yo no hacía más que mirar las caras de las personas que tenía al rededor y estaban todos iguales o peor que yo. Nada más empezar el primer examen yo estaba muy nervioso apenas podía escribir pero que pasado un tiempo conseguí centrarme y realice todos los exámenes con normalidad a pesar de no salir muy contento de algunos exámenes.
Una semana después salieron las notas y me lleve una gran sorpresa porque conseguí aprobar, aunque no con una nota muy buena. Sin duda fue uno de los días más felices de mi vida porque conseguí una de mis mayores metas, a pesar de los comentarios de muchos profesores que me decían que nunca me sacaría la selectividad por mis dificultades que tenía por la dislexia.

Quisiera acabar diciendo que a pesar de todos los muros que te puedan poner o encuentres en tu camino, si tienes claras las cosas y sobre todo con esfuerzo e insistencia, todos esos muros pueden ser derribados, saltados o evitados solo tienes que querer hacerlo y poner de tu parte.


                                                                           Rubén Martínez Hernández

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